Me disponía a clavarme sobre su verga dura, erguida, preparadísima que ya había tenido el placer de sentir en la garganta. Él me había hecho parar, tirándome del pelo: “ponme ya la gomita que quiero follarte”. Obediente como soy, al segundo siguiente ya estábamos a punto cuando su teléfono le hizo salir de un salto de la cama, “es de trabajo, tengo que cogerlo”.
Hice un mohín de niña a quien le han quitado el juguete y empecé a masturbarme, mirándole a los ojos, con las piernas bien abiertas para que viera lo que le esperaba.
Aceptó la provocación, se puso de rodillas frente a mi, tiró de mis tobillos hacia él y, sin dejar la conversación, me la metió toda, sin moverla y estimulando mi clítoris con su pulgar.
Yo intentaba mantener la respiración para que el interlocutor no me oyera, pero no podía evitar moverme, empujar su culo hacia mí con las piernas.
De repente llegó el turno de que la otra persona hablara y empezó a moverse, con un ímpetu que movió hasta la cama. Yo no pude evitar un gemido y tuvo que taparme la boca, lo cual me excitó aún más.
Aunque intentaba colgar (“me pillas algo liado ahora mismo”, decía mientras empujaba, “si supiera”, pensaba yo con media sonrisa) el otro no estaba por la labor y estuvimos así un buen rato, cuando le tocaba hablar, disminuía el ritmo o paraba y mientras escuchaba me daba hasta el fondo a base de bien.
Finalmente cortó, tiró por ahí el móvil, se tumbó encima, me agarró el culo y tuvimos el mega orgasmo que habíamos estado conteniendo.
Dudo que se enterara mucho de la conversación pero lo que tengo claro es que nos dio un morbo impresionante.
Espero que os haya dado también a vosotros.
Besos en modo “Muy alto”
Hice un mohín de niña a quien le han quitado el juguete y empecé a masturbarme, mirándole a los ojos, con las piernas bien abiertas para que viera lo que le esperaba.
Aceptó la provocación, se puso de rodillas frente a mi, tiró de mis tobillos hacia él y, sin dejar la conversación, me la metió toda, sin moverla y estimulando mi clítoris con su pulgar.
Yo intentaba mantener la respiración para que el interlocutor no me oyera, pero no podía evitar moverme, empujar su culo hacia mí con las piernas.
De repente llegó el turno de que la otra persona hablara y empezó a moverse, con un ímpetu que movió hasta la cama. Yo no pude evitar un gemido y tuvo que taparme la boca, lo cual me excitó aún más.
Aunque intentaba colgar (“me pillas algo liado ahora mismo”, decía mientras empujaba, “si supiera”, pensaba yo con media sonrisa) el otro no estaba por la labor y estuvimos así un buen rato, cuando le tocaba hablar, disminuía el ritmo o paraba y mientras escuchaba me daba hasta el fondo a base de bien.
Finalmente cortó, tiró por ahí el móvil, se tumbó encima, me agarró el culo y tuvimos el mega orgasmo que habíamos estado conteniendo.
Dudo que se enterara mucho de la conversación pero lo que tengo claro es que nos dio un morbo impresionante.
Espero que os haya dado también a vosotros.
Besos en modo “Muy alto”
